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Juan García Oyervides

A principios de mayo de 2020, me propuse una tarea sencilla: recopilar los testimonios de amigos y colegas que habían sido impactados por el entonces novedoso coronavirus. Mi intención original era ayudar. Quería contribuir a mi comunidad, retribuir, crear oportunidades para las personas que se habían visto muy afectadas por esta lamentable situación que todos hemos llegado a comprender tan bien. Sin embargo, lo que encontré no fue del todo lo que esperaba. Aprendí rápidamente que mi gente es resistente; son ingeniosos, motivados. Como yo, no encontrarás en esta colección historias de miseria o dolor. Como yo, solo encontrarás las historias de personas que se niegan a ceder a la desesperación, que han experimentado dificultades pero que se niegan a convertirlas en el sustento de quienes son.

Cuando comencé a escribir esta introducción, escuché a mi madre decir "el Mexicano es bien cabrón". Durante muchos años entendí esta fase como un rechazo cultural a la disciplina, a la autoridad y sus reglas. Pero a la luz de estas circunstancias, encontré que el significado cambió ligeramente: "el mexicano es bien cabrón", un cultural. Mi gente. Las personas a las que asigno la pesada tarea de mantener mi parecido y aquellas con las que puedo identificarme sin decir una palabra. los diversos grupos a los que me encargo se convirtieron en un viaje de autodescubrimiento a través de

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